Plantas medicinales para el hígado
¿Por qué es importante el hígado?
El hígado es un órgano vital que lleva a cabo múltiples funciones. Está ubicado en la parte superior derecha del abdomen. Es de color marrón rojizo, tiene forma triangular y pesa en promedio tres libras.
Es el encargado de producir la bilis, sustancia que ayuda a descomponer las grasas para absorberlas y que transporta los desechos para su eliminación.
Regula el azúcar en la sangre y almacena el exceso como reserva.
El hígado también produce algunas proteínas, almacena minerales, grasas, y ayuda a producir y eliminar colesterol. Además, cumple una función importante en el sistema inmunológico, pues a la vez que elimina toxinas o depura fármacos, le ayuda al organismo a prevenir enfermedades y a combatir las infecciones.
Principales enfermedades del hígado
Aunque sea un órgano tan valioso por la funciones que cumple, no siempre se le cuida adecuadamente. Factores como el consumo de alcohol, una mala alimentación o emociones como el estrés, la irritabilidad y la ira, pueden afectar su vitalidad.
Las enfermedades más comunes que se dan por un daño en la función del hígado son la hepatitis, la cirrosis, el hígado graso y el cáncer de hígado.
Desde la medicina tradicional se dan a conocer algunas plantas para tratar dichos padecimientos.
Plantas medicinales para la hepatitis
La hepatitis se produce cuando el hígado se inflama. Esto puede darse por una infección, el consumo de alcohol o sustancias tóxicas y depósitos grasos. Hay cinco virus de la hepatitis: A, B, C, D y E. La hepatitis puede transmitirse por alimentos, agua contaminada, relaciones sexuales, de la madre al hijo en el parto y elementos infectados como agujas.
En la medicina tradicional se encuentran varias plantas para tratar esta enfermedad: el regaliz para la hepatitis B y C, la remolacha para regenerar las células del hígado. La alcachofa ayuda a combatir la hepatitis, al igual que la cúrcuma, el diente de león; y el aceite de castor ayuda a hidratar por medio de compresas sobre la zona.
Plantas medicinales para la cirrosis
La cirrosis es una enfermedad crónica en la que se produce una cicatrización porque las pequeñas lesiones hepáticas se hacen grandes o avanzan mucho. Esto produce a la vez un deterioro de la función y vitalidad del hígado.
Algunas plantas que pueden usarse para la cirrosis son la semilla del cardo marino, el boldo, la cúrcuma, la alcachofa, la angélica, el diente de león, la sábila y el desmodium.
Estas plantas ayudan a desintoxicar el hígado, estimulan la producción de bilis, ayudan a regenerar células hepáticas, restauran la función hepática y protegen el funcionamiento de este órgano.
Plantas medicinales para el hígado graso
Como su nombre lo indica, el hígado graso se da cuando hay una acumulación excesiva de grasas en este órgano. Esta enfermedad puede inflamar y dañar las células del hígado lo que puede resultar en una fibrosis.
Para tratar el hígado graso de forma natural se puede usar la cáscara de limón, el té verde, el tomillo, la alcachofa y el diente de león. Estas plantas ayudan al hígado a trabajar mejor y a eliminar los depósitos grasos.
Plantas medicinales para el cáncer de hígado
El cáncer de hígado se da cuando las células empiezan a crecer de forma descontrolada. Existen varios tipos de cáncer dependiendo la zona en la que se origina, puede darse en el hígado, en los conductos biliares, en las células que cubren los vasos sanguíneos del hígado y como una metástasis desde otra parte del cuerpo.
Para el tratamiento del cáncer de hígado se ha descubierto que plantas como el anamú y la vismia baccifera han demostrado tener propiedades anticancerígenas.
Su acción produce una oxidación celular, en las células malignas, que permite un control y posible reducción de la enfermedad.